“Que las probabilidades estén siempre a su favor”

Enseñar sobre las clases sociales y la acción colectiva a través de Los juegos del hambre (The Hunger Games)

By Elizabeth Marshall, Matthew Rosati

Los juegos del hambre es una trilogía distópica sumamente popular escrita por Suzanne Collins. Las primeras dos de las cuatro películas basadas en las novelas fueron exitosísimas en las taquillas internacionales. La próxima en la serie, Sinsajo: Parte 1 (Mockingjay: Part 1), está programada para estrenarse este otoño.

Leído con avidez por los adolescentes, Los juegos del hambre está apareciendo en las listas de lectura de las escuelas, junto con novelas clásicas de distopía como Un mundo feliz (Brave New World) de Aldous Huxley. La ficción distópica es particularmente útil para enseñar la justicia social, ya que por lo general sus autores utilizan el género para exponer, criticar e imaginar el mundo real de otra manera. En Los juegos del hambre, Collins presenta una poderosa crítica de la injusticia económica y los ideales capitalistas, y ofrece una visión de la acción colectiva en gran parte dirigida por los jóvenes. En una entrevista, ella declara:

Contar una historia en un mundo futurista te da la libertad de explorar las cosas que te molestan de los tiempos contemporáneos. Así que, en el caso de

Los juegos del hambre

, temas como la gran discrepancia de riqueza, el poder de la televisión y cómo se utiliza para influir nuestras vidas, la posibilidad que el gobierno utilice el hambre como arma, y ante todo para mí, el tema de la guerra.

Elegimos enseñar Los juegos del hambre debido a la crítica de Collins en contra de la política de clases sociales, el énfasis que hace la novela sobre la acción colectiva en contra de la opresión económica y la popularidad de la trilogía entre nuestros estudiantes. Teníamos dos metas al enseñar la lección. Primeramente, queríamos cuestionar los estereotipos que tenían los estudiantes sobre las clases sociales, ayudándoles a reconocer como las clases sociales estructuran sus vidas cotidianas. Utilizamos la definición de clase de Pierre Bourdieu para guiar nuestra pedagogía. En este modelo interactúan tres tipos de capital: el económico (bienes financieros), el social (redes sociales y relaciones institucionales) y el cultural (educación, formas de hablar, estilo de vestir). Nuestro segundo objetivo era animar a los estudiantes a que empezaran a ver la lucha de clases como parte de su propia historia; asimismo, darles un ejemplo histórico de la solidaridad entre clases, animarles a que conectaran la novela de Collins sobre la resistencia colectiva con el mundo real.

Para aquellos que no conocen el libro, Los juegos del hambre toma lugar en un futuro post-apocalíptico en la nación de Panem (anteriormente América del Norte). Tras una serie de desastres naturales y una guerra, Panem se creó como un “brillante Capitolio rodeado por 13 distritos”, organizado en torno a las industrias laborales como la minería, la agricultura y la producción de electricidad. Con excepción del próspero Capitolio, las personas de los otros distritos sufren de pobreza extrema, hambruna y violencia. Cuando los 13 distritos se levantaron en contra del Capitolio, este aniquiló al Distrito 13 y venció a los demás distritos. Para disuadir la resistencia en los distritos, el Capitolio creó Los juegos del hambre, requiriendo que cada uno de los 12 distritos “provea una niña y un niño, llamados Homenajes, para participar”. Los 24 tributos se envían a un escenario al aire libre donde, a lo largo de unas pocas semanas, los competidores luchan hasta la muerte en un concurso televisado.

Los juegos del hambre se enfoca en cómo las clases sociales determinan las relaciones con el poder y con los medios de producción. Por ejemplo, los 12 distritos representan a las clases trabajadoras y el Capitolio a la burguesía. Los ciudadanos de cada distrito producen un producto específico. Por ejemplo, Katniss Everdeen es la protagonista y la narradora de la novela; ella vive en el distrito 12, que produce carbón. Pero el Capitolio posee los medios de producción, los controles y los beneficios de las exportaciones, y consume la mayor parte del carbón producido, mientras que los residentes del distrito 12 sufren de frío y hambre. Como uno de nuestros estudiantes expresó: “Esta novela representa el 1 por ciento de las personas que tienen todo el dinero y el 99 por ciento de los que no lo tienen. Es un gran presagio del movimiento Ocupa Wall Street (Occupy Wall Street) en septiembre del 2011”.

¿Qué significa la ‘clase social’ para ustedes?

Enseñamos la lección de Los juegos del hambre en una universidad de Vancouver, Colombia Británica, en dos clases universitarias interdisciplinarias diferentes, compuestas de estudiantes canadienses e internacionales de diversidad racial y étnica. A pesar de que esta lección fue probada a nivel universitario, hemos enseñado a estudiantes más jóvenes y creemos que esta actividad se puede adaptar a aulas de secundaria y preparatoria. Para preparar a los estudiantes para la sesión, asignamos el artículo escrito por Ira Shor en 1972 titulado “Preguntas que hacen los marxistas sobre la literatura” (“Questions Marxists Ask About Literature”) para guiar la lectura de Los juegos del hambre. Shor sugiere preguntas que se enfocan en el papel que juegan las clases sociales en la literatura de ficción, entre ellas:

  • ¿Se desarrollan los personajes de cada nivel social con el mismo nivel de calidad?
  • ¿Cuál es el valor de cada clase social en la obra?
  • ¿Son los problemas o soluciones principales en la novela individuales o colectivos?

Los alumnos eligieron una pregunta de este artículo para guiar su lectura de Los juegos del hambre y llegaron preparados con una respuesta de una a dos páginas.

Queríamos sacar suposiciones y estereotipos sobre las clases sociales a la superficie. Por lo tanto, para abrir la sesión, pedimos a los estudiantes que pensaran sobre el tema de las clases sociales en sus propias vidas y les pedimos que respondieran a dos preguntas:

  • Escribe acerca de un momento en que aprendiste a cual clase social perteneces.
  • Escribe acerca de un momento en el que hiciste una suposición sobre el estatus social de otra persona. ¿Qué elementos (discurso, ropa, compañeros) influyeron en esta decisión?

bell hooks (2009, p. 135) escribe: “En ningún lado existe un silencio más intenso sobre la realidad de las diferencias entre clases que en los centros educativos”. La observación de hooks encaja bien con nuestra experiencia. Algunos de nuestros estudiantes tuvieron dificultad describiendo su estatus social y preguntaron: “¿Qué significado tiene el término clase social?” y “¿Mi clase social o la de mis padres?”. Nosotros respondimos: “¿Qué piensan ustedes? ¿Cómo definen ustedes la clase social?”. Los estudiantes hablaron entre sí en términos generales sobre la clase social como un sistema que divide a las personas en tres grandes categorías: alta, media y baja/trabajadora. Mientras este grupo de estudiantes racial y económicamente diversos, originarios de muchas partes del mundo, intentaba ubicarse en un sistema económico desigual, se hizo evidente que a menudo encontraban la palabra clase difícil de definir. Para los estudiantes que se habían criado en la pobreza, sin embargo, las pautas de la identidad clase baja/trabajadora eran claras, como también las maneras en que los demás los estereotipaban. Algunos de estos estudiantes contaron historias que ilustraban cómo la clase estaba íntimamente conectada con la raza en su experiencia como minorías visibles y/o inmigrantes a Canadá.

Los estudiantes tuvieron menos dificultad expresando las suposiciones que utilizaban para decidir la clase social de otra persona. Cuando se les pidió hacer una lista de los estereotipos que habían utilizado para asignar la clase social, dijeron “la educación”, “la ropa” y “donde viven”. Podíamos ver que los estudiantes estaban definiendo la clase social en términos de la economía (la cantidad de dinero que uno hace) y en términos del capital cultural (la educación, el estilo de vestir). Los estudiantes resaltaron que uno puede comprar capital cultural –ciertos tipos de ropa y automóviles– a crédito. Aunque los estudiantes conocían muy bien las marcas visibles (y a menudo estereotipadas) de la clase social, carecían de un vocabulario crítico para poder hablar acerca de cómo las formas económicas, culturales y sociales de capital están vinculadas a la propiedad, el poder y el privilegio.

Durante nuestra planificación, habíamos decidido deliberadamente no compartir una definición de clase social, ya que queríamos ver cómo los estudiantes estaban pensando y entendiendo este concepto. Sin embargo, después de haber enseñado esto varias veces, pensamos que sería mejor ofrecer una definición clara de clase social para que los estudiantes tengan un vocabulario común al trabajar.

Esta discusión preliminar destacó para nosotros la importancia de utilizar Los juegos del hambre como una herramienta para aclarar el tema del privilegio y el tipo de poder que las cosas que poseemos o no poseemos ejerce sobre los demás. Queríamos que los estudiantes entendieran que los símbolos de estatus esconden estructuras que benefician a un grupo sobre otro; que exploraran la dimensión estructural de las clases sociales y cómo se cruzan la clase, la raza/etnia, el género y la sexualidad; y que vieran que la clase no se trata solo de opresión sino que también tiene que ver con la posibilidad de una acción colectiva para crear una sociedad más equitativa.

Hacer huelga o no

Nuestro siguiente paso fue una actividad que esper‡bamos desafiar’a a los estudiantes a pensar sobre estos temas.

Dividimos a los alumnos en cinco grupos basados en personajes: Effie Trinket, Madge Undersee, Peeta, Rue, y Cato (ver Recursos al final). Elegimos una muestra representativa de los personajes del libro, omitiendo de manera intencional a Katniss para que los estudiantes llegaran a entender con profundidad las motivaciones de los otros personajes y cómo ellos podrían afiliarse. Hemos probado esta actividad en una serie de contextos diferentes y funciona mejor si los estudiantes están familiarizados con la novela y sus personajes. Les dimos a los estudiantes este escenario:

Durante una cacería en el distrito 13, Katniss y su mejor amigo, Gale Hawthorne, encuentran una caja de metal con algunos documentos históricos que el Capitolio no destruyó, incluyendo recortes de periódicos de la huelga general de 1919 en Seattle, Washington. Estos documentos han inspirado a Gale a iniciar una huelga general en todos los distritos para protestar la “cosecha” anual de “homenajes” y el control que tiene el Capitolio sobre los trabajadores.

En su discurso ante el distrito 12, Gale dice: “El Capitolio tiene una ventaja sobre nosotros al dividirnos”. Pide a todos los distritos que detengan la producción de materiales para el Capitolio. Las consecuencias de unirse a la huelga son graves. El Capitolio ya ha movilizado “pacificadores” a cada uno de los distritos.

Las personas dentro de su distrito no están de acuerdo en cuanto a hacer una huelga o no.

Durante una cacería en el distrito 13, Katniss y su mejor amigo, Gale Hawthorne, encuentran una caja de metal con algunos documentos históricos que el Capitolio no destruyó, incluyendo recortes de periódicos de la huelga general de 1919 en Seattle, Washington. Estos documentos han inspirado a Gale a iniciar una huelga general en todos los distritos para protestar la “cosecha” anual de “homenajes” y el control que tiene el Capitolio sobre los trabajadores.

En su discurso ante el distrito 12, Gale dice: “El Capitolio tiene una ventaja sobre nosotros al dividirnos”. Pide a todos los distritos que detengan la producción de materiales para el Capitolio. Las consecuencias de unirse a la huelga son graves. El Capitolio ya ha movilizado “pacificadores” a cada uno de los distritos.

Las personas dentro de su distrito no están de acuerdo en cuanto a hacer una huelga o no.

Como pueden ver, decidimos añadir un elemento del mundo real al escenario. Hicimos que Gale consiguiera dos documentos relacionados con la huelga de 1919 en Seattle, Washington (ver Recursos): “Una llamada a las armas” (“Call to Arms”) escrito por la activista y periodista Anna Louise Strong para el periódico sindical Union Record, y un editorial en contra de la huelga de otro periódico local. La huelga general de cinco días en Seattle refleja de varias maneras la forma en que está organizado Los juegos del hambre. Aunque se unieron algunos trabajadores de diferentes razas y géneros, las organizaciones que fueron esenciales en organizar la acción de los trabajadores, como la Federación Estadounidense del Trabajo (American Federation of Labor), no permitían que la gente de color o las mujeres se unieran a sus rangos. Queríamos que los estudiantes reconocieran que la novela de Collins se basó en la historia de la lucha de clases en América del Norte y que tuvieran una idea de las estrategias que utilizaron los activistas-escritores para animar a los lectores a que actuaran.

Entonces les asignamos a los grupos la siguiente tarea:

Su personaje debe tomar una posición con respecto de la huelga y decidir si va a participar o no en solidaridad con otros distritos. Su personaje debe escribir una breve declaración. Pueden hacerla de las siguientes maneras:

  • Una “llamada a las armas” que convenza—o un editorial que disuada—a su distrito de unirse a la huelga.
  • Cualquier tipo de texto que creen que su personaje utilizaría (por ejemplo, una nota secreta a otro personaje, un anuncio de servicio público).

Utilicen la información en el perfil del personaje para decidir cuales medidas podr’a tomar su personaje en esta situación. Piensen como su personaje, utilicen sus citas y consideren lo que lo motiva mientras justifican sus acciones.

¿Quiénes son sus aliados? ¿Cuáles distritos trabajar’an con ustedes? ¿Por qué? ¿Cómo se van a organizar?

Teníamos la esperanza de que los estudiantes tomaran en cuenta la manera en que los personajes de la novela pudieran utilizar su capital económico, cultural y social para colaborar a favor o en contra de una rebelión.

Teniendo en cuenta nuestras experiencias anteriores usando la cultura popular para enseñar, no nos sorprendió que la actividad motivó la participación activa de los estudiantes. Tuvieron debates intensos sobre cómo actuaría un personaje y por qué, y observamos cómo los estudiantes buscaban en el libro una y otra vez la evidencia para probar sus puntos de vista. Después de que cada grupo creó su declaración sobre su participación en la huelga o no, los grupos se presentaron a la clase actuando como sus personajes. Por ejemplo, en una de las sesiones, un grupo decidió crear un guión con imágenes para un anuncio de servicio público televisado y lo actuaron en frente de la clase como el personaje de Effie Trinket. Otro grupo elaboró una nota secreta, mientras el tercero hizo una declaración pública en contra de la huelga y se alió verbalmente con otros distritos.

¿Quién tiene el poder?

Después de la dramatización, preguntamos: “¿Qué influyó en sus decisiones acerca de participar en la huelga o no?”. En una clase, dos de los cinco grupos dijeron que el acceso al poder fue lo más importante, lo cual indicó que habían comenzado a ampliar su definición de la clase social para reconocer la importancia del capital social y cultural. También se dieron cuenta de que la clase social no tiene que ver solo con una “decisión” individual o el esfuerzo, sino más bien sobre el acceso que uno tiene al poder, el privilegio y la oportunidad.

Por ejemplo, Madge Undersee, la hija del alcalde del distrito 12, tiene más capital económico que la mayoría en el distrito 12; ella también tiene una cantidad sustancial de capital social debido a las conexiones de su familia. Los estudiantes resaltaron que la red social de Madge, gracias al papel de alcalde de su padre, dificultaría su apoyo público a la huelga. Sin embargo, en la novela Madge utiliza su capital social a favor de la lucha por la justicia y le ofrece a Katniss una imagen de solidaridad para la revolución, el broche del sinsajo (mockingjay). A causa de esto, los grupos debatieron intensamente sobre si Madge se afiliaría con otras personas en contra del Capitolio y cómo lo haría. Un estudiante escribió: “Los personajes están tratando de encontrar a alguien que tiene poder (como por ejemplo, Madge) para aliarse con el y apoyarle. Así, las luchas de poder y las diferencias crean una tensión entre las clases altas y bajas”.

Muchos estudiantes sentían que podían desarrollar alianzas sólo con los distritos que compartían su nivel social: “Durante la dramatización, la idea de que los individuos formaban alianzas con otras personas que estaban viviendo las mismas circunstancias que ellos fue un tema común que se repitió una y otra vez”.

Los estudiantes expresaron cómo la clase social también ofrecía oportunidades para la resistencia y la colaboración: “Somos del distrito 12 –el distrito más pobre– pero tenemos una gran cantidad de energía porque producimos carbón”. El grupo decidió parar la producción de carbón para el Capitolio y afiliarse con otros grupos para hacer que el carbón fuera “el estándar de valor en todos los distritos”. Los documentos históricos de 1919 también fueron útiles para que este grupo reformulara su comprensión sobre la clase social. Un estudiante comentó: “Los documentos históricos hacen que la gente recuerde que tienen verdadero poder, porque la mayoría de los recursos están en manos de la gente de los distritos pobres. Pueden trabajar juntos para luchar en contra del Capitolio”. Este grupo expresó uno de los temas claves que esperábamos impartir a través de esta actividad. Una lección esencial de la huelga general de Seattle es que la sociedad –como el Capitolio en Los juegos del hambre– depende de los trabajadores y que la clase obrera pueda ejercer el poder a través de la retención del trabajo. Por lo tanto, la solidaridad es una moneda que los trabajadores pueden utilizar para crear un mundo mejor e impulsar sus propios intereses. El Capitolio explota a los ciudadanos de diferentes maneras en cada distrito para que algunos tengan más privilegios que otros; sin embargo, todos los distritos comparten una relación colonial común con el Capitolio. Estos estudiantes comenzaron a desenmascarar sus diferencias y encontrar su fuente común de opresión y poder.

Sería una exageración decir que esta actividad desafió los estereotipos de todos los estudiantes sobre las clases sociales o que todos los participantes ampliaron su definición de clase social para incluir una comprensión del poder y el privilegio. Por ejemplo, cuando se les pidió que reflexionaran sobre cómo sus suposiciones acerca de las clases sociales habían cambiado después de completar las actividades, algunos estudiantes dijeron que habían ignorado los documentos históricos y simplemente se habían concentrado en lo divertido que era ser un personaje de la novela. Otros explicaron que sus opiniones no habían cambiado: “Esta dramatización confirmó mi hipótesis de la clase social cuando se refiere a la clase alta como generalmente cómoda e ignorante, arrogante, etc. Y también la confirmó para la clase baja: son motivados y trabajadores, para nada perezosos”. Esto fue sorprendente porque Collins creó intencionalmente una serie de personajes diversos dentro y a través de cada uno de los 12 distritos. En futuras sesiones quizás haríamos más para enfatizar la pregunta de Ira Shor: “¿Se desarrollan los personajes de cada nivel social con el mismo nivel de calidad?”.

También nos dimos cuenta de que no habíamos proporcionado suficiente información de fondo, dado el poder que tienen los estereotipos de clase social para ocultar temas fundamentales sobre la desigualdad. En el futuro enseñaríamos esta novela y lección a través de varias sesiones, incluiríamos una definición concreta de la clase social y requeriríamos lectura adicional para darles a los estudiantes el vocabulario pertinente, así como una introducción más detallada a la lectura crítica de temas de clase social en la literatura.

Los juegos del hambre se puede enseñar de varias maneras para enfocarse en una serie de temas. Por ejemplo, algunos podrían argumentar que la novela de Collins trata el tema del género con igual importancia que el de la clase social. El libro cuenta con una fuerte heroína que engaña, resiste y actúa en contra del Capitolio. Otros podrían abordar la presentación del tema de la raza en las novelas y en las versiones cinematográficas. Los personajes principales de Los juegos del hambre a menudo se interpretan en la lectura y en el cine como blancos, aunque Collins describe a Katniss como mestiza. Collins intenta abordar la opresión racial a través de la inclusión del Distrito 11 y el personaje de Rue, quien es afroamericana. En una entrada de blog sobre la política racial de la trilogía de Los juegos del hambre, la crítica Zetta Elliott señala: “En la imaginación de los blancos, el futuro distópico involucra a las personas blancas en las realidades que las personas de color han vivido o están viviendo actualmente”. La reacción racista en contra de un reparto de actores de color para actuar los papeles principales de la primera versión cinematográfica de Los juegos del hambre podría proporcionar una oportunidad para una discusión más profunda. Nuestra lección sería más poderosa y realista si los estudiantes se concentraran más en la forma en que la clase social en Los juegos del hambre se cruza con la raza (incluyendo la “blancura”), el género y la sexualidad.

Un estudiante escribió acerca de Los juegos del hambre: “El sufrimiento de personas, muriéndose de hambre para sobrevivir, uniéndose con esperanza, es la poética de una historia que amenaza al orden social del Capitolio”. Combinar esa situación ficticia con el drama real de una huelga general histórica creó la oportunidad para tener conversaciones que desafiaron los estereotipos sobre la clase social y ofrecieron una visión positiva del poder de la solidaridad en contra de la injusticia.  

Recursos

Elizabeth Marshall (Beth_Marshall@sfu.ca) fue maestra de primaria. Es profesora asociada en la Universidad Simon Fraser en Colombia Británica donde imparte cursos sobre literatura infantil y juvenil. Marshall fue una de las editoras del libro Rethinking Popular Culture and Media.

Matthew Rosati es maestro de escuela pública en Maple Ridge, Colombia Británica. Actualmente es candidato para un doctorado en educación de la Universidad Simon Fraser.